Presentada en el contexto de la conmemoración del bicentenario de la Independencia de México, esta exposición tuvo por objeto reflexionar sobre el proceso de construcción de la conciencia criolla que dio origen a la formación de una identidad política, misma que, al cabo de los años y después de la Revolución, se sintetizó en una idea de pertenencia a una nación.

Ser criollo no sólo significa crecer y vivir en función de una circunstancia de nacimiento, sino también, bajo múltiples influencias culturales que generan un sentimiento de pertenencia a un territorio y que hace que el criollo se distinga de sus antepasados en virtud de esa experiencia de vida.

Los objetos, las obras de arte y los documentos seleccionados para esta exposición daban cuenta del proceso de asimilación de rasgos culturales que contribuyeron a crear, a la larga, una identidad novohispana; una identidad enarbolada al momento de reclamar derechos particulares para los americanos nacidos en las Indias, y que impelió a un grupo de individuos a sentirse distintos de sus padres y abuelos, originarios de la Metrópoli.

En la muestra destacaron objetos prestados por The Hispanic Society of America, de Nueva York, los valiosos planos y documentos históricos pertenecientes a la Colección Ricardo B. Salinas Pliego, así como diversos objetos de artes decorativas y mobiliario de la época, procedentes del acervo del Museo Franz Mayer, que enriquecieron el panorama cultural de la vida de los criollos ofrecido a los visitantes.

La exposición fue curada por el historiador Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, y Mitchell Codding, director de The Hispanic Society of America.