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Septiembre 21, 2023

Mirna Ponce

México ha experimentado un retroceso preocupante en el Índice de Libertad Económica Mundial en comparación con el año anterior, cayendo cuatro lugares en la clasificación global. Al analizar en profundidad las variables evaluadas, se destaca el aumento considerable en el tamaño del gobierno. Este aumento en la intervención gubernamental y el crecimiento del sector público podría explicar en gran medida el deterioro en el índice de libertad económica. A medida que examinamos las implicaciones de este retroceso, es esencial explorar cómo estas tendencias pueden impactar en la competitividad, el emprendimiento y la inversión en México, así como considerar las estrategias y políticas que podrían ser necesarias para recuperar y fortalecer la libertad económica en el país.

Cada año el Instituto Fraser de Canadá y el Instituto Cato con sede en Washington D.C. en colaboración con más de 70 think tanks, publican el Índice de Libertad Económica en el mundo.

 

En su edición número 28 nos dan a conocer que los países con mayor libertad económica en todo el mundo, son dos países asiáticos quienes encabezan la lista en la clasificación de 165 países, Singapur con el primer lugar y Hong Kong con el segundo, estas naciones asiáticas lideran el camino con políticas que promueven la libre empresa, la protección de los derechos de propiedad y la reducción de las barreras comerciales.

 

El Índice de Libertad Económica Mundial es una herramienta fundamental para evaluar y comparar el estado de las economías a nivel global. Su relevancia se encuentra en la consideración de distintas variables que abarcan desde la transparencia del sistema legal hasta la protección de los derechos de propiedad privada, pasando por la eficiencia de los sistemas legales, el tamaño del gobierno y la influencia del crimen en la actividad económica. Además, se analizan factores cruciales como las barreras comerciales, la carga tributaria, la regulación de empresas, el riesgo de expropiación de activos extranjeros y la regulación laboral. Estas variables representan la columna vertebral del índice, ya que capturan la esencia de cómo las políticas gubernamentales e institucionales pueden fomentar o limitar la libertad económica y de las personas.

 

Dentro del top 10 de los países con mayor libertad económica encontramos países como Suiza, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Irlanda, Dinamarca, Australia, el Reino Unido y Canadá. Estas naciones han demostrado consistentemente su determinación en mantener altos niveles de prosperidad y oportunidades económicas para sus ciudadanos.

 

América Latina, en particular, ha experimentado un notable desafío en lo que respecta a la libertad económica. Múltiples países de la región se encuentran en los puestos más bajos del Índice de Libertad Económica Mundial, como Costa Rica (lugar 21), Perú (lugar 37), Panamá (lugar 39), Guatemala (lugar 40), República Dominicana (lugar 51), El Salvador (lugar 62), Uruguay (lugar 65), México (lugar 68), Paraguay (lugar 68) y Venezuela con el último lugar de todo el índice. Esta tendencia puede explicarse en parte por la presencia histórica y actual de gobiernos populistas en la región, que han aplicado políticas que limitan la libertad económica y socavan el ambiente propicio para el crecimiento y la inversión. A menudo, estos gobiernos han favorecido la intervención estatal en la economía, la expropiación de empresas privadas y la imposición de restricciones comerciales.

 

El Índice de Libertad Económica Mundial ofrece una visión profunda de cómo las naciones gestionan sus sistemas económicos, lo que lo convierte en una herramienta esencial para comprender la prosperidad y el bienestar económico a nivel mundial.